Me llamo XXXXXXXXXXXX y soy adicto, lo primero agradecer a todos la oportunidad de volver a estar aquí para contar mi historia, y agradecer a mi mujer, a mi asociación JARCA y a todos vosotros, porque solo nunca pude y con vosotros si, sobre todo con la ayuda de mi mujer.
Cuando compartí mi historia hace 2 años, no fui honesto, porque aunque si es verdad que desde que entre en JARCA no volví a jugar más hasta día de hoy, estaba consumiendo alcohol y sustancias, y precisamente en ese momento es cuando peor estaba y al muy poco tiempo tuve el valor de confesarlo a mi mujer y a mi asociación.
Reconocer y dar el paso de que no soy solo ludópata, sino adicto a cualquier sustancia o comportamiento que altere mi organismo fue muy difícil porque mi enfermedad me volvió una persona muy terca y prepotente y a pesar de las recomendaciones de la asociación de no tomar alcohol y las peleas con mi mujer, hasta que no volví a destruirme por completo y mi vida se volvió a convertir en un infierno no confesé.
Buenas Tardes a todos los presentes
Me llamo XXXXXXX, nacido en Cartaya y residente en La Palma del Condado (Huelva); pertenezco a AONUJER desde hace algunas 24 horas.
Yo no soy ni mejor ni peor de los que estamos aquí presente, cualquiera empezaría por el principio, yo voy a empezar por el final, sin la ayuda de mi Mujer, Monitores y Psicóloga, no hubiera podido salir del juego. Me indicaron como tenía que llevar las pautas.
La primera vez que acudí a AONUJER fue a principio del año 1992, por indicación de un amigo que sabía de esta Asociación y que conocía mi problema con las tragaperras lo que me llevo a dar este paso, la primera vez que le eche 5 duros a una máquina tragaperras, me tocaron 2,500 pesetas, ese fue el principio de mi calvario, pues en esa época empezaron a instalar nuevas máquinas, con mejores sonidos para mis oídos y luces más fluorescentes para mi vista.
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HOLA SOY ALMUDENA Y SOY FAMILIAR DE UN ADICTO A LAS COMPRAS COMPLUSIVAS. A JUAN (MI ADICTO) SIEMPRE LE HABIA GUSTADO COSAS DE GRAN VALOR (COCHES, MOTOS,QUADS,BICIS),ANTES QUE A SUS AMIGOS Y ANTES QUE NADIE,NUNCA
TUVO EN CUENTA LOS POCOS RECURSOS ECONÓMICOS DE LOS QUE DISPONIA O MAS BIEN SU ADICCION NO LO DEJABA SER CONSCIENTE DE ELLO Y ESTO PASO FACTURA.
SE CREO UNA GRAN DEUDA Y UNA DE LAS CONSECUENCIAS FUE QUE TUVIMOS QUE HACER UNA DACIÓN EN PAGO DE NUESTRA CASA AL BANCO PARA PODER LIQUIDAR LA HIPOTECA Y RESPIRAR UN POQUITO.
A DIA DE HOY VIVIMOS DE ALQUILER.
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Hola me llamo xxxxxxx, tengo 51 años, estoy casada y tengo una hija de 25 años.
Yo desde que me case he llevado la economía de mi casa, hace unos 6 o 7 años me descontrole en las compras de ropa y comida hecha, en mi nevera no podía faltar nada de comida. Llegando a tener que pedir tarjeta de microcréditos sin que mi marido se enterara. Cuando vi que ya no me daban más, convencí a mi marido a que la pidiera el, al principio me decía que no, pero no sé cómo me las ingenie pero lo convenci. Comenzó a pedirlas y después empecé a convencerlo para pedir crédito a los bancos. Siempre me las ingeniaba en convencerlo hasta que llego el dfa que todo lo que cobrábamos era para pagar y del sueldo quedaba muy poco. Después empezamos a pedir las pagas por adelantado. Mi casa se volvio insoportable, eran peleas, chillidos con mi marido y mi hija; era un infierno. Después me refugie en las pastillas, en el Lorazepam, me las tomaba como me daba la gana. Un dia despues de tantas pastillas cuando me levante no podia moverme, no tenía movimiento en las piernas, brazos, al final acabe en el hospital.
Con 18 años engañaba a sus padres y buscaba monedas por la calle para apostar hasta en partidos de "badmington tailandés", pero "la suerte" le salvó. Ahora, con 26, da charlas en clubes de fútbol y cree que "al 99,9%" que no va a recaer: "Eres un enfermo de por vida".

fuente elmundo.es: https://www.elmundo.es/papel/2023/11/22/655e3d8cfc6c8379098b45d7.html
El último fin de semana de enero de 2017 a Unai Garma, de 19 años, le tocó el gordo: sus padres se iban dos noches a la casa familiar en Gibaja (Cantabria) y le dejaban solo. Unai evoca con una interjección lo que sintió cuando se lo dijeron: «¡Fuaaa!». Sin padres encima, tenía vía para lo que realmente ocupaba su tiempo desde hacía meses: pasarse el finde atrincherado en el salón de juegos Concha, junto a la calle Diputación, en el Bilbao más aristocrático. Y apostarse allí «lo que no tenía».
Así que rebañó todos los rincones de la casa buscando euros, billetes, lo que fuera. Encontró bastante: su madre, Gotzone, había tenido la precaución de dejar unas monedas-cebo sueltas aquí y allá.
También desvalijó, como cada semana, la hucha que sus padres, su hermana y él iban llenando cada día: «La poníamos en septiembre y la abríamos en abril para las vacaciones». Con unas pinzas y un poco de destreza, arrampló con lo que pudo y se encaminó al salón el sábado.
Desde la asociación donde ahora es voluntario, Amalajer, apuntan que el perfil de jugador en Málaga es muy joven y con muchas deudas.

Manolo Anaya cruza cada tarde la puerta de la Asociación Malagueña de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Amalajer) con una sonrisa. La cruzó por primera vez como usuario. Llegó cabizbajo y obligado, tras un ultimátum de su mujer. Todo se acabaría para siempre si en menos de una semana no acudía a la asociación que ella misma le buscó para sacarlo del pozo. Aceptó a regañadientes. Ocho años más tarde, Amalajer le ha devuelto a la vida y ahora cruza su puerta de entrada, además de feliz y orgulloso, como voluntario para guiar a los que están pasando por la misma enfermedad que él: la ludopatía.
Es taxista de profesión y tiene 64 años. Hace unos quince comenzó a engancharse a las máquinas de juego que había en el bar. Concretamente a las tragaperras. No podía salir de casa sin monedas, pero lo que empeoraba su adicción era su trabajo: pasaba mucho tiempo solo, de noche, en Málaga y con mucho dinero suelto. "No solía frecuentar salones. Yo jugaba en bares, lo que a veces, aunque parezca curioso, me frenaba, porque no jugaba si veía a alguien conocido en el bar", relata.





