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En la provincia hay censadas más de 6.000 máquinas, el 20% de las autorizadas en Andalucía. La recaudación anual de la Junta a través de la tasa fiscal por dispositivo roza los 20 millones. Amalajer alerta de que son la puerta de entrada a la adicción al juego y también de las recaídas

El soniquete de la máquina tragaperra empotrada en una esquina de cualquier bar de barrio es una estampa clásica en Málaga, al igual que en el resto del país, que no se ha descolorido con el paso de los años. A simple vista puede parecer inofensiva, incluso un punto colorido dentro de la decoración sobria y pragmática del negocio al que se acude por costumbre a tomar un café, pero lo cierto es que son la principal puerta de entrada a la adicción al juego, el debut más común, y el puente más sencillo de las recaídas.

La Asociación Malagueña de jugadores de Azar en Rehabilitación (Amalajer) advierte de que ni siquiera el juego online consigue desbancar a a las tragaperras, que por su fácil accesibilidad y la falta de control es la opción número uno de los ludópatas.

Solo basta echar un vistazo a las cifras de volumen de juego que publica la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos.

En Málaga, con una población de unos 1,7 millones de personas, el gasto real -volumen de juego menos las cantidades devueltas a los jugadores- superó los 156,2 millones de euros en 2022, incluyendo máquinas tragaperras, casinos, bingo y apuestas. Si se desgrana ese montante, más de la mitad del gasto se fue en máquinas tragaperras, casi 85 millones de euros (84.905.000 euros).

«Son el tipo de juego preferido por los jugadores por su accesibilidad, su disponibilidad y su inmediatez de premio, y que no hay terceras personas, solo interfiere el jugador y la máquina. Esto es algo que las empresas de juego conocen muy bien», explica el presidente de Amalajer, Francisco Abad. «Los jugadores quieren la inmediatez de la recompensa, por eso este tipo de máquinas son de las más importantes».

En cuanto al gasto en casinos, sobrepasó los 46 millones de euros, en los bingos rozó los 18,7 millones de euros y 6,4 millones en las apuestas. «Las tragaperras siguen estando por delante. Es verdad que el juego online también ocupa un sitio muy importante pero todavía no llega a compararse», apunta Francisco Abad.

Recaudación fiscal

Mientras el número de salas de bingo se ha reducido a la mitad en Málaga -desde 2013 hasta el año pasado, se ha pasado de 16 a ocho locales, aunque el volumen de juego no solo no se ha reducido sino que ha aumentado-, el censo de tragaperras continúa in crescendo.

Según el último recuento publicado en BOJA y consultado por este periódico, en Málaga hay 6.062 máquinas de tipo B - clásicas tragamonedas, con un precio por partida. Son las más extendidas en restauración y hoteles- y de tipo C -solo se pueden instalar en lugares autorizados, como los casinos. Ofrece un premio por combinación ganadora-.

Este censo supone que la provincia cuenta con el 20% de todas las máquinas autorizadas en Andalucía, que alcanzan las 30.848.

Tener una máquina tragaperras en un negocio implica el pago trimestral de una tasa, que dispone de hasta cuatro tarifas diferentes.

La más cara es la de las máquinas C, de 1.300 euros y, para las tipo B existe una tarifa general de 900 euros, una reducida de 400 euros y una súperreducida de 200 euros.

¿Cuántas tragaperras hay?

Como ha podido comprobar La Opinión con los datos del último censo hasta el 1 de abril de este año, existen 4.629 máquinas tipo B con la tarifa general, lo que supone una recaudación fiscal de 4.166.100 euros; hay 85 máquinas con una tarifa reducida, esto es, 34.000 euros y 1.314 con la súper reducida, lo que hacen 262.800 euros.

En cuanto a las tipo C, hay solo 34 máquinas censadas -en la provincia solo aparecen dos casinos en el registro de la Junta-, esto es, 44.200 euros.

Por tanto, la recaudación mensual supone un total de 4.473.134 euros. Teniendo en cuenta, según explica la Junta en su página web, que estas cantidades se devengan los días 1 de enero, 1 de abril, 1 de julio y el 1 de octubre de cada año, se estima que la recolecta roza los 20 millones de euros (17.892.536 euros) al cabo del año, siempre con los datos que se manejan hasta abril de este año, que podría fluctuar si se dan de baja algunas máquinas o, por el contrario, se dan de alta otras nuevas.

Bonificadas por la Covid

Durante la pandemia de la Covid-19, estas tasas fiscales aplicadas a la explotación de estas máquinas recreativas experimentaron importantes descuentos debido a las bonificaciones aprobadas por el Gobierno andaluz para la Tasa fiscal sobre los juegos de suerte, envite o azar, relativa a máquinas recreativas y de azar.

Aquellas tasas devengadas entre el 1 de abril y el 30 de junio de 2020 se bonificaron al 100%, entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre de 2020 se bonificaron al 50% y entre el 1 de abril y el 30 de julio de 2021 se bonificaron al 75%.

Ya en abril de 2021, estas cuotas se vieron reducidas de forma generalizada, tras la aprobación en Consejo de Gobierno de una «masiva» rebaja de tributos. En el caso de la tasa general, hasta el 31 de diciembre era de 925 euros -ahora 900 euros- y las tipo C, que hasta esa misma fecha era de 1.325 euros frente a los 1.300 actuales.

Más de 3.700 autoprohibidos en la provincia

Uno de los recursos más importantes para los jugadores rehabilitados o en proceso de rehabilitación es la autoprohibición, que consiste en solicitar de forma voluntaria que se le niegue el acceso tanto a salones como juego online en los que hay que identificarse. En Málaga hay 3.740 personas autoprohibidas, 2.357 hombres. En Andalucía son 16.322 en total. Amalajer recalca que uno de los problemas principales de las tragaperras es que no tienen el cuenta el registro de los autoprohibidos.